Allá por 2006, cuando el resurgir de los juegos de mesa todavía no había estallado, un visionario llamado Kevin Wilson sacó a través de Fantasy Flight Games un juego que parecía un tributo y una oda a la primera edición (básica) del Dungeons & Dragons. Pasaron unos pocos meses hasta que finalmente me decidí a comprarlo, te puedes imaginar lo que ocurrió a continuación...